La isla caribeña apuesta por estrechar lazos con dos potencias para reavivar su sector turístico
La Habana, 26 de mayo de 2024 - La isla caribeña, otrora paraíso para millones de turistas de todo el mundo, busca resurgir de las cenizas de la pandemia con una estrategia audaz: fortalecer sus lazos con China. El gobierno cubano, consciente de la cercanía política y el potencial económico del gigante asiático, ha puesto en marcha un plan ambicioso para reactivar el turismo chino y convertirlo en un pilar fundamental de la economía.
"Tenemos tres buenas noticias para el mercado chino", declaró con entusiasmo Juan Carlos García Granda, Ministro de Turismo de Cuba. La primera de ellas es la reapertura de los vuelos directos entre Beijing y La Habana, operados por Air China con escala en Madrid. Esta medida facilitará considerablemente la conectividad aérea entre ambos países, eliminando obstáculos y reduciendo tiempos de viaje.
La segunda noticia es la dedicación de la próxima edición de la Feria Internacional de Turismo de La Habana a China. Este evento servirá como plataforma para mostrar al mundo la riqueza cultural y los atractivos turísticos de la isla, especialmente dirigidos al público chino.
"Queremos mostrar a los turoperadores y agentes de viajes chinos toda la riqueza cultural que tiene nuestro país", afirmó García, convencido del potencial que este mercado representa.
La tercera y última noticia es la exención de visado para turistas chinos que posean pasaportes ordinarios. Esta medida, implementada a partir de este mes, simplifica significativamente el proceso de entrada a Cuba, eliminando trámites burocráticos y agilizando la llegada de visitantes.
"Todo esto crea condiciones para consolidar las relaciones turísticas entre ambos países y nos llena de ilusión y expectativa porque estamos claros que vamos a ir por más", aseguró el ministro, confiado en el éxito de esta estrategia.
¿Un gigante dormido despierta?
La apuesta por el mercado chino no es casual. Cuba ha observado con atención el crecimiento exponencial del turismo chino en los últimos años, convirtiéndose en una de las fuerzas motrices más importantes de la economía global.
"China es un mercado emisor de turismo con un gran potencial para Cuba", afirmó García, destacando la importancia de diversificar los mercados y no depender únicamente del turismo tradicional.
La estrategia cubana no se limita a China.
La isla también ha implementado medidas para facilitar la entrada de turistas rusos, otro mercado que ha mostrado un crecimiento significativo en los últimos años. La implementación de visas electrónicas y la reducción de costos son algunas de las acciones que buscan convertir a Cuba en un destino más accesible y atractivo para visitantes de todo el mundo.
¿Será esta la clave para el resurgimiento del turismo en Cuba?
Solo el tiempo lo dirá. Sin embargo, la determinación del gobierno cubano por diversificar sus mercados y apostar por gigantes como China es un paso importante en la dirección correcta. La isla, con sus playas paradisíacas, su rica cultura y su gente cálida, tiene todo el potencial para convertirse nuevamente en un referente turístico mundial.
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