Descubre cómo la cercanía a espacios naturales impacta positivamente en el bienestar emocional de los niños pequeños
Un estudio reciente ha encontrado que los niños pequeños que crecen cerca de espacios verdes, como parques o incluso un gran patio trasero, tienen menos probabilidades de experimentar problemas emocionales como ansiedad y depresión.
La investigación, realizada por científicos del Instituto de Desarrollo Infantil Frank Porter Graham de la Universidad de Carolina del Norte, analizó datos de más de 2.100 niños de entre 2 y 11 años que viven en 41 estados de EE. UU.
Los investigadores compararon la cantidad de espacio verde cerca de las casas de los niños con sus síntomas de ansiedad y depresión. Descubrieron que los niños que vivían cerca de más espacios verdes tenían menos probabilidades de experimentar estos problemas emocionales, incluso después de considerar otros factores como el género, el nivel educativo de los padres y la calidad socioeconómica del vecindario.
¿Por qué la naturaleza podría ser beneficiosa?
Los investigadores no están completamente seguros de por qué la naturaleza podría tener un impacto positivo en la salud mental de los niños pequeños. Sin embargo, existen algunas teorías:
Reducción del estrés: Pasar tiempo en la naturaleza puede ayudar a reducir el estrés, que es un factor de riesgo para la ansiedad y la depresión.
Mejora del estado de ánimo: La naturaleza puede mejorar el estado de ánimo y aumentar los sentimientos de felicidad y bienestar.
Mayor actividad física: Los niños que pasan tiempo al aire libre tienden a ser más activos físicamente, lo que también puede mejorar su salud mental.
Desarrollo cognitivo: La interacción con la naturaleza puede ayudar a desarrollar las habilidades cognitivas de los niños, como la atención y la memoria.
¿Qué significa esto para los padres?
Si bien este estudio no prueba que la naturaleza cause directamente menos problemas emocionales en los niños, sí sugiere que pasar tiempo al aire libre puede ser beneficioso para su salud mental.
Los padres pueden animar a sus hijos a pasar tiempo en la naturaleza de diversas maneras:
Llevándolos a parques, bosques o áreas naturales cercanas.
Permitiéndoles jugar al aire libre con regularidad.
Animándolos a participar en actividades al aire libre como senderismo, camping o jardinería.
Creando un espacio verde en el hogar, como un jardín o un patio.
Si le preocupa la salud mental de su hijo, hable con su médico.
Es importante destacar que este estudio solo analizó la relación entre el espacio verde y los problemas emocionales en niños pequeños de 2 a 5 años. Se necesita más investigación para comprender cómo la naturaleza puede afectar la salud mental de los niños a medida que crecen.
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