El presidente Mulino confirma la salida del proyecto chino, mientras rechaza las presiones estadounidenses sobre el Canal de Panamá
¿Qué lleva a un país a renunciar a un proyecto global de infraestructura que prometía millones en inversiones? Esta es la pregunta que muchos se hacen tras el anuncio del presidente panameño, José Raúl Mulino, quien confirmó que su gobierno ha notificado a Beijing la decisión de no renovar su participación en la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés), un ambicioso proyecto chino que busca conectar economías a través de infraestructuras globales. La decisión llega en un momento de creciente tensión entre Panamá, China y Estados Unidos, especialmente en torno al estratégico Canal de Panamá.
El contexto: Presiones y soberanía
La salida de Panamá del BRI no es un hecho aislado. Según Mulino, esta decisión fue tomada "mucho antes de la reunión con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio", aunque no se puede ignorar el contexto de presión ejercido por Washington. Estados Unidos ha expresado repetidamente su preocupación por la influencia china en la región,
particularmente en el Canal de Panamá, una vía marítima crucial para el comercio global.
El gobierno de Donald Trump ha sido especialmente vocal, llegando a insinuar la posibilidad de "recuperar el control del Canal" si Panamá no reduce la presencia china en la zona. Sin embargo, Mulino ha sido claro: "El Canal es operado por nuestro país y así seguirá siendo".
Esta firme postura refleja no solo la importancia simbólica del Canal para Panamá, sino también su determinación de mantener su soberanía frente a las presiones externas.
La sombra de China en el Canal
Uno de los puntos más controvertidos es la participación de empresas chinas en los puertos adyacentes al Canal. Hutchison Port Holdings, una empresa con sede en Hong Kong, opera dos de los cinco puertos clave en la zona. Para Estados Unidos, esta presencia representa una "amenaza a la seguridad nacional", ya que podría facilitar a China el cierre del Canal en caso de un conflicto.
Mulino ha respondido a estas preocupaciones con una "auditoría integral" sobre las concesiones otorgadas a empresas chinas. "Si violan los términos de la concesión o le causan un perjuicio inminente en materia económica al país, actuaremos en concordancia", declaró el mandatario1. Esta medida busca equilibrar las relaciones comerciales con China, sin ceder a las demandas estadounidenses de expulsar a las empresas chinas de la región.
El BRI: ¿Una oportunidad perdida?
La Iniciativa de la Franja y la Ruta ha sido uno de los proyectos más ambiciosos de China, con inversiones en infraestructura en más de 140 países. Para Panamá, la adhesión al BRI en 2017 fue vista como una oportunidad para fortalecer su posición como centro logístico global. Sin embargo, Mulino ha cuestionado los beneficios reales del proyecto: "¿Qué ha traído a Panamá esta iniciativa en todos estos años?".
Aunque algunos sectores en Panamá ven con alivio la decisión de abandonar el BRI, otros temen que esta medida pueda afectar las relaciones comerciales con China, uno de los principales socios económicos del país. "Priorizamos relaciones transparentes y equilibradas", afirmó Mulino, subrayando que Panamá busca diversificar sus alianzas sin depender exclusivamente de ninguna potencia.
Las tensiones con EE.UU.: ¿Un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales?
La visita de Marco Rubio a Panamá marcó un momento crítico en las relaciones entre ambos países. Rubio dejó claro que Estados Unidos considera "inaceptable" la influencia china en el Canal y advirtió que, en ausencia de cambios, Washington tomaría medidas para proteger sus intereses bajo el Tratado de Neutralidad Permanente.
Sin embargo, Mulino ha rechazado cualquier intento de negociar la soberanía del Canal. "No sentí para nada un clima de controversia. No siento que haya una amenaza real contra el tratado y su vigencia", declaró el presidente panameño tras su reunión con Rubio15. Esta postura refleja la delicada situación en la que se encuentra Panamá, atrapada entre dos gigantes geopolíticos.
Implicaciones regionales y globales
La decisión de Panamá de abandonar el BRI no solo tiene repercusiones para el país, sino también para la región. Según Yanzhong Huang, experto del Council on Foreign Relations, este movimiento representa "una victoria temprana para la diplomacia de presión de la administración Trump", pero advierte que no será fácil replicar este éxito en otros países.
Por otro lado, la creciente influencia china en América Latina sigue siendo un tema de preocupación para Estados Unidos. Aunque Panamá ha dado un paso atrás en su relación con Beijing, otros países de la región, como Argentina y Brasil, continúan fortaleciendo sus lazos con China.
Un equilibrio difícil de mantener
La salida de Panamá del BRI y su firme postura sobre el Canal de Panamá reflejan los desafíos que enfrentan los países pequeños en un mundo cada vez más polarizado. ¿Podrá Panamá mantener su soberanía mientras navega entre las presiones de dos superpotencias? Esta pregunta sigue sin respuesta, pero lo que es claro es que las decisiones tomadas hoy tendrán un impacto duradero en la geopolítica regional y global.
Comments