El retraso en la tregua aumenta la incertidumbre en un conflicto marcado por ataques y negociaciones complejas.
El esperado alto el fuego en la Franja de Gaza, previsto para este domingo a las 8:30 hora local (6:30 GMT), no pudo concretarse debido a un elemento clave pendiente: la entrega de los nombres de los tres rehenes israelíes que Hamás había prometido liberar. Esta demora pone en evidencia los retos de coordinar una tregua en un contexto de desconfianza y tensiones constantes.
Un acuerdo que enfrenta obstáculos desde el inicio
El pacto inicial entre Israel y Hamás contemplaba un intercambio de rehenes y prisioneros como primer paso hacia una tregua de seis semanas. Durante este período, las partes buscarían avanzar en negociaciones para liberar a todos los secuestrados israelíes en Gaza y establecer un camino hacia la desescalada del conflicto. Sin embargo, el Ejército israelí informó que Hamás no cumplió con la entrega de la lista de rehenes antes del plazo estipulado, una condición fundamental para activar la tregua.
"Sin estos nombres, no podemos detener las operaciones militares en Gaza", declaró Daniel Hagari, portavoz militar israelí, durante una rueda de prensa en hebreo. El primer ministro Benjamín Netanyahu respaldó esta postura, señalando que cualquier retraso en las acciones de Hamás impacta directamente en la implementación del alto el fuego.
¿Qué dice Hamás sobre el retraso?
Por su parte, Hamás aseguró estar comprometido con el acuerdo y atribuyó la demora a lo que calificó como "razones técnicas sobre el terreno", sin proporcionar detalles adicionales. Esta declaración ha generado escepticismo en las autoridades israelíes, quienes consideran que el grupo islamista podría estar utilizando esta táctica para ganar tiempo o renegociar condiciones.
¿Podrá esta tregua avanzar si ambas partes mantienen sus diferencias? La pregunta sigue abierta mientras los ataques continúan.
Escalada de violencia en medio de la incertidumbre
A pesar de los esfuerzos por establecer un alto el fuego, la violencia no cesó. Minutos después del anuncio de Hagari, el Ejército israelí confirmó haber llevado a cabo ataques en varias zonas de Gaza. Según reportes de la cadena Al Jazeera, al menos tres personas perdieron la vida en un bombardeo sobre la Ciudad de Gaza. Otros ataques se registraron en puntos estratégicos del enclave, dejando claro que las operaciones militares siguen en marcha mientras no se cumplan las condiciones de Israel.
"El Ejército permanece preparado defensiva y ofensivamente y no permitirá ningún daño a los ciudadanos de Israel", afirmaron las fuerzas israelíes en un comunicado.
Detalles del intercambio pendiente
El acuerdo inicial estipula que, en la primera fase de la tregua, Hamás liberaría a 33 rehenes israelíes a cambio de más de 1.900 prisioneros palestinos. Este intercambio sería escalonado, permitiendo que ambas partes evalúen el cumplimiento mutuo antes de avanzar hacia una segunda fase, que incluiría la liberación de todos los secuestrados.
No obstante, las complicaciones logísticas y la falta de confianza entre ambas partes han puesto en peligro este plan desde su concepción.
Un hallazgo inesperado antes de la tregua
En medio de estas tensiones, el Ejército israelí informó sobre la recuperación del cuerpo de Oron Shaul, un soldado de la Brigada Golani retenido en Gaza desde 2014. La operación fue llevada a cabo por el Shin Bet, la agencia de inteligencia interior de Israel, pocas horas antes de que el alto el fuego estuviera programado para comenzar.
"Felicito a nuestras fuerzas por traer de vuelta a Oron Shaul. Su familia y nuestro país merecían este cierre", expresó Netanyahu en un mensaje oficial.
Aunque este logro fue celebrado por las autoridades israelíes, no minimiza la complejidad del escenario actual ni las expectativas puestas en la tregua.
Un camino incierto hacia la paz
La situación en Gaza refleja los retos de negociar en un contexto marcado por años de conflicto y desconfianza mutua. Mientras Israel exige garantías claras para detener las operaciones militares, Hamás enfrenta la presión de cumplir con los acuerdos y satisfacer las demandas de sus seguidores.
¿Será esta tregua el inicio de un cambio duradero o un intento fallido más en un conflicto sin fin?
La comunidad internacional sigue de cerca cada desarrollo, reconociendo que el éxito o fracaso de este alto el fuego podría marcar la pauta para futuras negociaciones en la región.
Comments